Doña Juana de Castilla


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martes, 6 de septiembre de 2016

El Poder Individual y Social: La Dependencia


Características del Poder 

M. Foucault: durante la Edad Media, el poder era explícito, visible,  técnicas a veces brutales, se visualizaba claramente quién detentaba el poder: ejemplo el monarca o el señor feudal. Los sometidos, eran una masa de seres anónimos: los súbditos, los vasallos, etc. 

En general para el autor, el poder tiene las siguientes características: 

  • Es un sistema de relaciones, de carácter múltiple, móvil y cambiante. (Lacán)
  • El poder no se posee, se ejerce, no es una función de consentimiento
  • Se define al nivel de sus mecanismos, del ejercicio y de sus técnicas.
  • Se trata de una relación de fuerza múltiple, móvil y cambiante. Relación de poder sobre la base de dos elementos, cada uno indispensable: el otro (aquel sobre el cual es ejercido el poder) y un campo entero de respuestas, reacciones y resultados.
  • Obviamente, la puesta en escena de las relaciones de poder no excluye la violencia ni el consentimiento. Es una estructura de acciones para alimentar posibles acciones.
  • El poder es lucha, confrontación y guerra. No separar la relación entre el poder y el rechazo de la libertad a someterse.
  • El poder es de naturaleza radicalmente histórica. Estrategias varían rn épocas.
  • El poder es represivo y productivo: Distintos regímenes de verdad y de saber.
  • No solo la soberanía: hombre y mujer, alumno y maestro, en familia, relaciones de autoridad, no proyección directa del poder soberano. Son condicionantes que posibilitan el funcionamiento de ese poder.
M. Foucault en la teoría de Poder de la Edad Media, nos da un prisma Histórico‑cultural. Posteriormente será la relación de dependencia que de forma individual sostiene la relación de poder y su mantenimiento.

Concepto del Poder: 2 acepciones: capacidad personal y en la relación de dominio. Es decir: la autonomía -el poder sobre sí mismo- y el poder sobre los demás.

Poder de autonomía capacidad de sentir o pensar algo (conflictiva del narcisismo, de la autoestima) la seguridad personal y la imagen de uno mismo, su identidad. El sentimiento de omnipotencia asociado a ese poder si se tiene capacidad y al sentimiento de impotencia si no se tiene capacidad, capacidad física o psíquica.  

Desarrollo del poder sobre sí mismo: capacidad de metas propias. Tratar de alcanzarlas es indispensable previamente, conciencia de nuestros límites.  

Poder sobre los demás, por M. Foulcault y por Lacan (el poder de un 3º) va de uno a otro sujeto, en una persona y con respecto a otro significado en otra, Ejem. el dinero: o la sabiduría. El concepto trío diferente a triángulo, trío según Lacan: 2 sujetos y 1 objeto, el objeto sería el falo y la madre se relacionaría con el falo, si lo hiciera con el hijo tendría que verse a sí misma carenciada, lo que sería impensable para ella, ver simbolizado su propio deseo.

La dependencia emocional relación de poder desde lo psíquico, bien por la indefensión bien la manipulación u otra dinámica como el deseo. Junto al sentimiento de indefensión, en algún momento todo ser humano siente inherente, al serlo intrínsecamente.  

Negada la indefensión o aceptada; negada en relación de dependencia con el objeto interno por su propia dinámica. Muchas veces, es más fácil negar el sentimiento de indefensión, aunque así nos veamos precisados a depender, porque el propio sentimiento de indefensión es doloroso en sí mismo; dejándonos desvalidos y vulnerables.  

La dinámica del poder daría dependencia de un objeto externo, el dominio del mismo y  por la identificación proyectiva, nos haría sentir fuertes y poderosos (mujer posesiva de hombre). Así no sentiríamos la dependencia y veríamos lo que el objeto externo nos da; como si de un cordón umbilical se tratara y fuera nuestro: su energía, su complementación (nos concede). La imagen “de poder con la situación”. Sentir fuertes, “podemos” con la propia acción y se niega la relación de dependencia: 

1.- Calmar al agresor
2.- Identificación
3.- Sentir el poder ante la indefensión o la impotencia

Para rechazar el poder del otro más poder sobre sí mismo, o en otros términos, tratar de “INMUNIZARSE” frente al poder dominante. Contrarrestarlo mediante el desarrollo de la propia identidad, de un proyecto autónomo y consciente.

El poder sobre los demás o dominación sirve, para anular la autonomía. Desde un punto de vista psicoanalítico, podemos decir que la dominación sirve para anular el “YO MISMO”.

Poder en las instituciones o en la sociedad Poder que pertenece a las Instituciones, a la Historia, a la Sociedad, etc.

Si el poder en sí de la palabra al nombrarla desde quien detenta el poder quiero señalar en el Medievo la importancia del concepto de “Loca” en Dña. Juana comenzando la leyenda con autorización por parte de la madre con el Codicilo.
 
El poder simbólico que el poderoso transmite a los conceptos que su propio poder otorga. Aquí ubicamos el concepto de “locura”, concepto sobredeterminado y utilizado con el mismo poder que tiene quien lo utiliza. 

El argumento sería la base de la misma fuerza y poder que posee la Leyenda en doña Juana que ya en el diario de Móxica enviado desde Flandes a sus padres fue escrito desde la misma leyenda, causa que hizo generar unas consecuencias de sobredeterminación en la futura reina con el mismo sentido de enferma.

Sobredeterminación, no como Freud de sobredeterminación del deseo en la clínica, sino por la misma transmisión de la palabra influida en la Leyenda.  

Leyenda que, por su pronto origen y la sobredeterminación que se le añadió, mantiene unos muros mucho más herméticos que el Castillo de Tordesillas. Si no pudo salir de allí en vida, aún no pudo escapar de la Leyenda, puesto que tras 4 siglos aún sigue encapsulada en el concepto de “loca por amor”.  

El poder de la palabra, es tremendamente poderoso confirmándose al haber llegado a nuestros días como si no hubieran pasado los siglos.

Más adelante, quiero relacionar la sobredeterminación que el poder concedió negativamente a la palabra “loca” con la sobredeterminación negativa que a la Ley de violencia de género, le viene ocurriendo, repitiendo las mismas palabra que nos servían para el Medievo, ahora están al mal servicio de la Justicia. Así estamos ante “El poder simbólico que el poderoso transmite a los conceptos que su propio poder otorga”.

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